Descripción
El andador es una ayuda técnica para la movilidad. Es una estructura metálica que proporciona al usuario mayor estabilidad y apoyo al caminar y, en muchos casos, aporta una mayor tranquilidad psicológica.
Los andadores están indicados para personas con debilidad en uno o ambos miembros inferiores, personas con trastornos de equilibrio o aquellas que presentan un cuadro de disminución global de la fuerza pero que mantienen la suficiente en los miembros superiores como para manejarlo, deben utilizarse ambos brazos para usarlo.
Existe una amplia variedad y tipología de andadores. Es importante elegir el más adecuado a cada paciente para garantizar un máximo de funcionalidad.
Los andadores más básicos son los conocidos como andadores de pasos. Se pueden ir añadiendo accesorios, como ruedas, frenos, asientos, cestas o bandejas, que complementan el andador y le otorgan otras ventajas para poder adecuarse a las necesidades del usuario.
Cualquiera que sea la modalidad de andador elegida es importante ajustar el mismo a la altura adecuado para el paciente. Para ello, colocaremos al usuario de pie con los brazos descansando en una posición relajada a los lados. Cuando se utiliza el andador, los codos deben estar ligeramente flexionados (aproximadamente unos 20 º de flexión de codo). Este adecuado ajuste permite que la persona apoye aproximadamente la mitad de su peso. Si los brazos no se doblan en un ángulo cómodo, el paciente soportara demasiada tensión en los hombros y la espalda.
USO:
Regular la altura idónea para cada usuario y comprobar que las cuatro patas quedan iguales. Dicha operación debe realizarse, presionando en cada pata el botón y desplazando un tubo sobre el otro.
Comprobar que el andador esta fijado en posición totalmente abierta y después de usar puede volver a plegar, simplemente presionando el botón central.
MANTENIMIENTO:
Usar detergente neutro y agua caliente para su limpieza. No utilizar ningún producto abrasivo. Después de la limpieza, se recomienda un buen secado.